Lorena Farràs, Barcelona. 17.07.2019 (La Vanguardia)
![Rosa Bosch, Alberto Villanueva, August Vidal y Anna Portela, el equipo de Xenopat](https://www.lavanguardia.com/r/GODO/LV/p6/WebSite/2019/07/16/Recortada/img_abelil_20190704-171234_imagenes_lv_otras_fuentes_no_archivables_xenopat_2_4_6_3288275720-k8UC--656x397@LaVanguardia-Web.jpg)
La empresa implanta un fragmento de un tumor en el órgano correspondiente de un ratón para hallar el mejor tratamiento.
Con el objetivo de facilitar la búsqueda del mejor tratamiento disponible, y siempre de la mano de un oncólogo, Xenopat implanta pequeños fragmentos de un tumor humano en el órgano correspondiente de un ratón. Se utilizan varios ratones y en cada uno de ellos se prueba un fármaco distinto para ver cómo responde al tratamiento.
“Es un proceso largo y no siempre llegamos a tiempo, pero le damos al oncólogo un elemento más a la hora de tomar la decisión sobre qué tratamiento escoger en un paciente en concreto”, explica Anna Portela, cofundadora y directora de Xenopat, quien recalca: “Lamentablemente, la curación no siempre es posible”.
Cifras
La empresa cerrará el ejercicio con 300.000 euros en ingresos
Xenopat es una spin-off del Institut de Recerca Biomèdica de Bellvitge (Idibell), el Insitut Català d’Oncologia (ICO) y el Hospital Universitari de Bellvitge (HUB) nacida en septiembre del 2014 e impulsada por el Centre per a la Integració de la Medicina i les Tecnologies Innovadores (Cimti). La otra pata de negocio de la empresa, y la más importante en facturación, es el desarrollo de nuevos fármacos. “Ayudamos a las compañías farmacéuticas a testear sus fármacos nuevos”, afirma Portela. Para ello, la empresa cuenta con un banco con decenas de ratones con distintos tipos de cánceres.
Los otros fundadores de la spin-off son Alberto Villanueva y August Vidal. “Empezamos con 3.000 euros para la constitución de la empresa y hemos ido creciendo a base de facturación y facturación, sin inversores, por eso nuestro crecimiento es lento”, explica Portela. Xenopat acabó el 2018 con una cifra de negocio de 280.000 euros y los fundadores prevén finalizar el presente ejercicio superando los 300.000 euros.
La spin-off opera desde el Parc Científic de Barcelona, donde tiene los laboratorios. Acuden a ella clientes de toda Europa e incluso llevan algún proyecto europeo. La empresa ocupa a cuatro personas.