La salud en la era digital: biomarcadores que transforman la piel en una plataforma de datos

Creu Ibáñez, 18.08.2020 (La Razón)

La catalana Onalabs desarrolla biosensores para impulsar la hospitalización a domicilio con mediciones continuas, en remoto, no invasivas de diferentes constantes vitales del paciente

 

La pandemia por la Covid-19 ha cambiado el sector de la salud, acelerando en apenas unos meses proyectos para fomentar la telemedicina, la hospitalización a domicilio… una prueba es que la misma semana de marzo en la que se inició el confinamiento en España, la startup Onalabs presentó en el CDTI un proyecto enfocado a la hospitalización en domicilio. Se trata del desarrollo, en colaboración con el Hospital de Can Ruti (Badalona), de un dispositivo de biometría remota inteligente, que en junio empezó a probarse con voluntarios para iniciar la fase piloto.

“Es un sistema para monitorizar y realizar un seguimiento continuo de diferentes constantes vitales del paciente en casa para evitar su desplazamiento a urgencias o al hospital o, al menos, estas sean las menos posibles”, explica Cardona.

Así, en esta primera fase, es capaz de monitorizar temperaturafrecuencia cardiacasaturación de oxígenomovimientos y caídas del paciente. Además, en la segunda fase se va a complementar con frecuencia respiratoria y, el “gran reto”, la tensión arterial, para lo que están colaborando con la Universidad Politécnica de Catalunya.

“Todas estas mediciones se realizan en continuo, para que el equipo médico pueda recibir y leer los datos en tiempo real, pero también está previsto implementar unas alertas para notificar cualquier anomalía que se registre”, subraya Cardona.

La idea de esta startup es lograr desarrollar un dispositivo de pequeñas dimensiones y que “sea solo uno” para medir todas estas constantes, puntualiza el CEO de Onalabs. “Es una pequeña ‘carta a los Reyes’, que en el peor de los casos se quedaría en dos dispositivos, que esperamos que sean muy miniaturizados, por ejemplo, tipo pulsera”.

Neonatos y diabetes

Y esto es posible gracias a las cuatros patentes solicitadas sobre sus sensores. Estas se convierten así en los pilares sobre los Onalabs surgió a finales de 2016, con un proyecto con el Hospital Vall d’Hebron para desarrollar un dispositivo capaz de monitorizar diferentes biomarcadores en neonatos a través del sudor, un proceso “menos agresivo” para los pequeños que la extracción de sangre.

Sin embargo, este proyecto se quedo en stand by por no ser viable económicamente en los inicios de la empresa. “Lo queremos desarrollar, pero, por el momento, hemos aparcado hasta que Onalabs tenga una sostenibilidad económica garantizada”, remarca Cardona.

A partir de esta idea, los fundadores de la startup, Elisabet del Valle y Xavier Muñoz, viraron a principios de 2019 hacia la monitorización de la glucosa a través del sudor. “La diabetes es el gran mercado en la salud y un área básica a desarrollar”, señala Cardona.

En concreto, se han desarrollo dos dispositivos, uno para la diabetes gestacional y otro para la tipo 1, con sensores capaces de medir los niveles de glucosa, para “controlarlos en cualquier momento”, a través del sudor. Estos sensores bioquímicos, desarrollados en colaboración con la Universidad de Burgos, que convierten la señal de biomarcador en una señal eléctrica, lo que permite lecturas digitales de estas mediciones.

Entrenamientos deportivos más eficientes

Otras de las áreas de negocio en la que se está enfocando Onalabs es la monitorización de lactato a través del sudor, sobre todo enfocado hacia el mundo del deporte, para “medir la eficiencia muscular y su rendimiento para que los entrenamientos puedan llevarse a cabo de forma más eficiente”.

Onalabs ya ha desarrollado un prototipo de este dispositivo y ha realizado test de validación en pruebas de esfuerzo con diferentes tipos de deportistas, por lo que tan solo le faltan una serie de integraciones tecnológicas para salir al mercado en 2021. En este proceso la startup catalana está colaborando con el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat y con el Instituto Nacional de Educación Física.

Se trata de un dispositivo en formato de parche que se coloca en la zona pectoral y se conecta vía bluetooth con un smartwatch del deportista, así como con un teléfono móvil. Además, cuenta con un sensor de lactato, de un solo uso, por lo que hay que cambiarlo en cada entrenamiento o competición en el que se use.